viernes, noviembre 8

Javier Milei y la revolución fiscal en Argentina

Javier Milei está completando una gran transformación en las finanzas públicas de Argentina. Recientemente presentó un discurso sobre equilibrio fiscal, destacando el octavo superávit consecutivo del país. Esta «ancla fiscal» es esencial para recuperar la confianza del mercado, estabilizar el peso y combatir la inflación, creando las bases para un crecimiento sostenible en Argentina.

Extralimitación fiscal y cambio de paradigma

Milei informó que Argentina no había visto una serie de controles mensuales sostenidos desde 2010. En su discurso ante el Congreso, explicó que el déficit fiscal era un problema crónico, y que el país estaba más lejos de lo que había recibido en los últimos 123 años. . Asegúrese de que este sea el primer año de supervisión fiscal sin caer en default.

Para el presidente encargado de mantener el equilibrio fiscal es fundamental calcular primero los ingredientes y luego regular los alimentos. Si se produce un déficit, deberá hacer ajustes para restablecer el equilibrio.

Resultados tangibles

En agosto, Argentina reportó un superávit fiscal primario de 899.660 millones de pesos, contrastando el déficit del mismo mes de 2023. Este resultado es parte del estricto plan de ajuste fiscal implementado por Milei, que llevó a una importante reducción de capital y gastos de capital. transferencia. en las provincias.

Hoy, el país acumula un superávit primario de 8.700 millones de pesos en los primeros meses del año, frente a un déficit de 2.200 millones del año pasado. Esta tendencia marca un cambio notable en la gestión fiscal, con el objetivo de consolidar el equilibrio y eliminar la necesidad de emisión monetaria para financiar el gasto.

Proyecciones futuras

El Gobierno espera terminar 2024 con un superávit primario equivalente al 1,5% del PIB y un saldo positivo del 1,3% para el año siguiente. Sin embargo, un ajuste fiscal adecuado conduce a una recesión, incluso si se observan signos de recuperación.

La estrategia de Milei, centrada en controlar el déficit y mejorar la confianza pública, está lista para dar frutos. La clave será mantener el ruido bajo y asegurarse de que los ingredientes se utilicen de manera efectiva para amortizar la deuda y promover el crecimiento económico sostenible.