Apple ha dado su brazo a torcer. Finalmente se ha subido al carro del conector de carga universal con los nuevos iPhone 15. Era una decisión que iba a tener que tomar, antes o después, si quería cumplir con las regulaciones en Europa: el Parlamento Europeo aprobó en octubre de 2022 que este puerto será obligatorio para móviles y otros aparatos en Europa a partir del 28 de diciembre de 2024.
¿Por qué la Unión Europea exige el conector de carga universal?
Los cargadores desechados y no utilizados representan alrededor de 11.000 toneladas de residuos al año en la Unión Europea. Así lo indica el Parlamento Europeo, que destaca que esta nueva normativa aspira a reducir la basura electrónica: “Los consumidores ya no necesitarán un cargador diferente cada vez que compren un nuevo dispositivo, ya que podrán utilizar un único cargador para toda una gama de dispositivos electrónicos portátiles pequeños y medianos”. Con ella, también se busca eliminar “el llamado efecto de bloqueo tecnológico, por el cual un consumidor se vuelve dependiente de un solo fabricante”.
¿Qué ganaba Apple manteniendo el puerto Lightning en los iPhone?
El iPhone 5 estrenó en 2012 el puerto Lightning, un desarrollo propio que ha amortizado durante ya más de 10 años. “Sus principales ventajas, especialmente si consideramos que se introdujo en ese año y comparando con las alternativas USB de aquel entonces, eran su tamaño compacto y minimalista, su durabilidad y el hecho de ser reversible [no hay que conectarlo en una orientación concreta]”, comenta Fernando Suárez, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería en Informática (CCII).
Si bien la compañía tecnológica comenzó la transición a USB-C en sus ordenadores en 2015 y en sus iPads en 2018, hasta ahora se había resistido a llevarlo a los iPhone. “Acataremos la normativa, no tenemos otra opción”, afirmó Greg Joswiak, director de marketing de Apple, en una entrevista publicada en octubre de 2022 en The Wall Street Journal.
Kewin Charron, senior manager de las operaciones de reacondicionamiento en Back Market, explica que la compañía de la manzana ha apostado por el Lightning durante todos estos años para mantener en su ecosistema a los fabricantes de accesorios y a los consumidores. “Apple se diferenciaba de teléfonos de otras marcas manteniendo este puerto”, subraya Francisca Pérez, directora del grado en Ingeniería Informática de la Universidad San Jorge. La experta, que también es docente del máster en tecnologías software avanzadas para dispositivos móviles, cuenta que este puerto suponía una buena fuente de ingresos para Apple por la venta de cables u otros accesorios compatibles.
¿Podremos cargar los nuevos iPhone con el mismo cable y cargador que usan los móviles con Android?
“En principio, la compatibilidad debería de ser total, siempre y cuando sea un cargador moderno y tenga la suficiente potencia para ello”, afirma Suárez. La velocidad de carga puede variar entre unos y otros. Charron explica que la carga rápida puede estar limitada dependiendo de la norma utilizada por el fabricante del cable, y aconseja usar cable y cargador con la certificación Power Delivery (el estándar que permite la entrega de energía a dispositivos), para realizar una carga rápida y evitar problemas: un cable o cargador no certificados pueden provocar una carga lenta o inadecuada, que dañe la batería o queme los circuitos del dispositivo. Para proteger a los usuarios de cargadores dañinos y de ataques informáticos a través del nuevo conector, el consorcio USB-IF implementó en 2019 su propia certificación.
Con el mismo cargador y cable USB-C del móvil, ¿podremos cargar también la tableta y el ordenador?
En la presentación de los iPhone 15, Apple aseguró que el mismo cable podrá cargar un Mac, un iPad, un iPhone e incluso los AirPods Pro de segunda generación, que también han sido actualizados y cuentan con un estuche con un puerto USB-C. Pero Charron aconseja tener cuidado con la potencia del cargador, ya que las tabletas y los portátiles requieren cargadores con más potencia.
Según cuenta, un usuario puede cargar su teléfono con el cargador USB-C del portátil (el cargador se adaptará solo), pero no puede cargar su ordenador con un cargador para móvil (o puede que cargue, pero muy lentamente). Francisca Pérez aconseja revisar siempre la potencia del cargador: “Para cargar el teléfono o la tableta, un cargador de entre 20 y 35 vatios sería adecuado. Mientras que, para un ordenador portátil, sería preferible un cargador superior a 70 vatios, que permita cargar la batería más rápido y, además, soportar el consumo de energía que tiene el ordenador mientras se usa”.
¿Qué falta para que el sistema de carga universal sea una realidad?
“Se está avanzando hacia la estandarización, especialmente en la Unión Europea, y esto no es más que un ejemplo”, señala Fernando Suárez. Pero el experto subraya que no sólo se trata de la interfaz de conexión, sino también de las velocidades de comunicación y la potencia para la recarga. “Con esto quiero decir que los puertos que incluyen hoy coches o aviones posiblemente queden también rezagados en cuanto a capacidades en los próximos años”, sostiene.
Como destaca Pérez, se está produciendo un periodo de transición en el que algunos puntos de carga tienen el puerto USB antiguo (tipo A) y otros el nuevo (tipo C). “Es posible que solo llevando el nuevo cable USB-C no sea posible cargar el teléfono si se viaja en un avión antiguo”. Además, al conectar el móvil a un puerto USB en aeropuertos, estaciones de metro, autobuses, bibliotecas, hoteles o cafeterías hay que extremar las precauciones, según Suárez: “Por USB pueden transmitirse también datos (no sólo carga eléctrica) y es utilizado en ocasiones para propagar malware o para el robo de información”.
¿Qué pasa ahora con los antiguos cables y accesorios con Lightning?
Cuando Apple estrenó el puerto Lightning en 2012, esta medida también dejó obsoletos millones de cables y accesorios (que usaban el conector anterior, estrenado con los iPods). Algo similar podría ocurrirle ahora a sus clientes que compren un iPhone 15. Este problema no solo afecta a los cables de carga, sino también a otros dispositivos como las bases para altavoces y auriculares. Para paliar el problema y mantener en uso los cables y accesorios Lightning existentes con los nuevos iPhone, Apple lanzó el mismo martes un adaptador de USB-C a conector Lightning, que cuesta 35 euros y sirve para cualquier iPhone o iPad con el puerto universal. También sería necesario el adaptador inverso, para poder usar un cargador universal con los teléfonos, teclados y ratones que aún tienen puerto Lightning.
¿Qué impacto tendrá esta medida en el medio ambiente?
Cuando Apple se resistía a abandonar el Lightning, defendía que esta normativa obligaría a sus clientes a cambiar de cables y generaría “un montón de residuos electrónicos”. Mário Barros, profesor asistente del Departamento de Arquitectura, Diseño y Tecnología de Medios de la Universidad de Aalborg (Dinamarca), explica que este argumento “puede contrarrestarse con las ventajas de utilizar un estándar universal que muchos usuarios de Apple ya podrían estar utilizando”.
Para Daniel Guzzo, un investigador postdoctoral en Universidad Técnica de Dinamarca que ha estudiado los impactos en la sostenibilidad del Plan de Acción de Economía Circular de la Comisión Europea, es muy importante que un líder de mercado como Apple haya tomado esta medida: “Que un mismo cargador se pueda usar en todos los dispositivos significa que cada usuario necesita menos cargadores”. El experto afirma que el hecho de que algunos cables sean desechados “no debería eclipsar los posibles impactos positivos de la iniciativa del cargador común” e insiste en que la mayoría de los hogares ya tienen un cargador USB-C.
El puerto USB-C está presente en los iPad y MacBooks más recientes, además de “en casi todos los dispositivos modernos”, según Barros: “De teléfonos con Android a portátiles con Windows, consolas de juegos o auriculares”. “Esto aumenta la posibilidad de que muchos usuarios de Apple ya tengan algunos cables USB-C de repuesto por ahí”, señala el experto, que estudia el papel del diseño en la transición hacia un estilo de consumo de productos más sostenibles.
¿En qué hay que fijarse al utilizar un cable USB-C y por qué no todos son iguales?
Es importante distinguir el tipo de conector (en este caso el USB-C) y los estándares de transmisión de datos a través de los cables, según Suárez. “En cuanto a los cables, el estándar actual es USB 3 y lo que indica es la velocidad a la que se pueden transferir datos a través de dicho cable”, indica. Por lo tanto, aconseja asegurarse de que cumplen con este estándar para sacar el máximo rendimiento. Pero advierte: “Aun cumpliendo el estándar, las calidades pueden variar sustancialmente dependiendo de los elementos con los que se fabrican”.
¿Cómo afecta el cambio a la transferencia de datos?
Antes de la presentación de los iPhone, John Gruber, reputado analista de los productos de Apple, señalaba que más allá de la comodidad de compartir conector con cualquier otro móvil de última generación, USB-C solo será una gran ventaja para los usuarios profesionales que usan el teléfono como vídeocámara de ultra alta definición. El motivo es que el conector universal permite una velocidad de transmisión mucho más elevada que Lightning, cuando se quieren pasar archivos por cable desde el móvil al ordenador (por ejemplo, para la posproducción de vídeo) o usar el iPhone 15 Pro para grabar vídeo 4K directamente en un disco duro externo. Completar la transición a USB-C era imprescindible para poder ofrecer estas funciones a los usuarios de iPhone, al margen de que la Unión Europea haya exigido por ley el conector universal.
Los iPhone 15 Pro tienen una velocidad de transferencia de datos 20 veces más rápida que los modelos base. Y es que, en el caso del iPhone 15 y el iPhone 15 Plus, el conector USB-C mantiene por dentro la misma interfaz USB 2 que tenían los iPhone 14 y anteriores, con el conector antiguo. “Esto es un puerto Lightning disfrazado de USB-C”, indica en su análisis de los nuevos iPhone el portal especializado en tecnología Xataka.
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